«La alegría es organizada y disciplinada. Es una emoción que hay que tomarselo en serio, porque involucra a las personas. Cuando se organiza, puede producir cambios y esos cambios los hacen las personas»…»Observen los carnavales»…
Joe Vasconcellos – Cascada de Las Ánimas – 19/10/2012
Comparto una clase magistral. Disfrutenla.
Uno de los aprendizajes más importantes en este camino de conciencia, verdad y realidad, ha sido conocerme a través de los otros.
Todos aquellos que nos rodean o son parte fundamental de nuestra vida, son nuestros espejos. Copias exactas de ciertos matices de nuestras almas y vivencias. Tal vez no explicitamente en un comienzo, pero si miran más detalladamente, todo lo que nos gusta o nos desagrada de esas personas, es lo que nos identifica a nosotros mismos como personas.
En el seminario sobre los reality al que asistí (debate entre Nakasone y Quesille,»¿Vendes tu alma?»), un estudiante dijo algo muy cierto y que Quesille destacó: «me dí cuenta que a través de los reality, hemos comenzado a ser parásitos de la felicidad o desgracia de otros». Otra alumna decía: «yo me identifico totalmente con ellos». Sólo con estos ejemplos, damos muestra del porqué estos programas han sido tan exitosos en la juventud actual.
Cosa muy cierta…esta sociedad nos ha enseñado a admirar, amar e identificarnos con otros, sin darnos cuenta que nuestras vidas y experiencias son únicas porque somos únicos…¡siempre hay alguien que estará mejor o peor que uno!…¡el pasto del vecino siempre es más verde!…¡siempre puede ser peor!…frases evangelizadoras conocidas desde hace décadas.
Los demás son espejos, es verdad, nos podemos identificar. Los demás tienen experiencias similares a las mías, es verdad, eso también nos identifica. Pero las historias son distintas, los contextos, valores, enseñanzas, tiempos. Por ello, todo lo que ven en los demás son espejos de lo que somos, pero sólo ciertas cosas de aquellos que nos rodean; lograr identificarme en el otro y con el otro…poder verme en el otro, se logra de manera conciente…no hagas al otro lo que no quieres que te hagan¡¡¡…dime con quien andas y te diré quién eres¡¡¡…frases celebres, antiquisimas, pero en el fondo, muy ciertas.
Cuando logren esto, sabran como ser cada día mejor o como aprehender en el día a día.
A través de esta «técnica» de visualización y conciencia, he podido amarme y perdonarme, reconstruir, reordenar, caer y levantarme de nuevo, una y otra vez, arreglar lo hechado a perder, ser más analítica en el antes y el después, hacer conociendo las consecuencias y aceptando las responsabilidades, saber guiarme por los instintos y madurar los pensamientos.
Qué ha sido lo más díficil: aprender a positivar todo. Si desde pequeño te enseñan a ver siempre lo negativo de la vida, a ver sólo lo malo porque te daña, a vivir en el sufrimiento porque éste es el medio para hacerte más fuerte, a victimizarte porque es la manera de conseguir lo que quieres, a luchar contra los demás porque todos son tus enemigos y sólo quieren destruir tus ganacias, tus exitos, todos se quieren aprovechar de tu trabajo, etc. etc. etc…sí, es muy díficil darse cuenta de todo eso a los 30 años y comenzar a ver que la vida es totalmente distinta y que podemos construirla a través de lo que realmente queremos.
Quieres tristezas, la vida te da tristeza. Quieres alegrías, la vida te da alegría, quieres enseñanza…ojo con lo que pidas, porque la vida siempre te dará lo que pides. Y justamente, eso lo ves en las personas que te rodean. Mira a tu alrededor ¿Qué ves?
Cómo puedes enfrentar la cobardía cuando todo el mundo te admira por ser valiente y esforzado. Cómo puedes cambiar tu arrogancia y testarudez en elegancia, ternura y amor. Cómo puedes sociabilizar con los demás cuando quieres estar realmente solo porque tus debilidades y límites te rodean. Cómo puedes amarte sin ser egoísta o un eterno yo. Dicen que es muy fácil: comienza a trabajar desde tu interior para modificar el exterior. ¿Resulta?, por supuesto que sí, yo lo he aplicado con otras actitudes. Cuesta y muchisimo, por lo que se debe ser disciplinado, aplicado y perseverante.
¿Y cuándo te das cuenta que tus debilidades y límites son los que te impulsan a cambiar? ¿Que finalmente son ellas las que te muestran lo que debes mejorar en tí? Simplemente comienzas a aceptarte tal como eres y sigues trabajando con disciplina, aplicado y con mucha, mucha perseverancia. ¿Cómo no perder el camino? Siendo humilde, sin avasallamientos, caminando suave, sin prisa, observando desde todas las perspectivas, con alegria y pensando en cada debilidad o limitación desde su antónimo positivo. «Cambiemos las palabras», dijo mi jefe, «modifiquemos nuestro lenguaje», dice Pilar Sordo, «resaltemos lo positivo», dice Pablo Meniquetti…yo simplemente los invito a mirarse en el espejo y ser únicos.
divahappy 